Como librarnos de dolores causados por errores en la postura.
Observando al joven a la izquierda en las cinco posiciones que modela, cual de estas le parece a Ud. que le causará menos problemas a medida que vaya envejeciendo? Imagine que cuando se mueva de un lugar a otro la relación entre cabeza, hombros, caderas, rodillas y pies será más o menos la misma que adopta cuando esté inmóvil. Imagínese que le puede estar sucediendo a su columna vertebral cada vez que el se movilice desde una de estas posiciones para volver a la misma al finalizar.
Si ha escogido Ud. la quinta posición contada desde la izquierda, ha acertado. Es la que menos estrés produce en el cuerpo. En mayor o menor grado, todos hemos aprendido a leer las sensaciones que nos informan sobre la postura y condición de una parte de nuestro cuerpo con relación a la otra. El asunto está en el grado de destreza con que lo hacemos.
Es de nuestros padres que generalmente aprendemos a como mover el cuerpo. Imitamos lo que vemos y de ellos heredamos mucho más que sólo los genes. Mucho influye el tiempo que nos dejaron en el suelo para descubrir como aprender a gatear y luego caminar. Cuando este proceso es interrumpido generalmente lleva a problemas posturales al crecer.
Si ya ha pasado Ud. por quiroprácticos, masaje shiatsu, rolfing, acupuntura y otras artes somáticas sin los resultado que esperaba, es un buen candidato para métodos que le faciliten mejorar su postura. Estos métodos enseñan el arte de desarrollar una imagen funcional del cuerpo libre (o al menos con menor grado) de dolor, estrés o incomodidad.
Entre los más conocidos de estos métodos somáticos están la Yoga, el Pilates y el Tai Chi. Los dos primeros están en boga actualmente y es relativamente fácil conseguir un instructor localmente en casi cualquier urbe moderna. Otros métodos somáticos menos conocidos son la Técnica Alexander (T.A.), el Método Feldenkrais (M.F.), Ideokinesis (I) y Kinesis.
Estos métodos (T.A., M.F., I.) arriba mencionados se especializan en resaltar las diferencias entre los dos lados del cuerpo y en desarrollar una imagen más precisa de el cuerpo. Ejercitar la facultad de diferenciar las sensaciones en el cuerpo es una habilidad que brinda múltiples beneficios al que la desarrolla. Entre estos beneficios está el poder dirigir la intención de relajar partes específicas del cuerpo con precisión. También mejora la capacidad de coordinar la relación de los distintos segmentos del cuerpo para hacer las posturas estática y dinámica más eficientes.
Uno de los aspectos más interesantes de la diferenciación somática, es que otorga al que la va desarrollando la habilidad de discernir cómo superar algunos predicamentos de creación propia. Esto es de utilidad cuando se cometen errores de coordinación muscular que generan molestias o dolor. El Método Feldenkrais, la Técnica Alexander y la Ideokinesis, brindan a sus estudiantes el potencial de poder aplicar principios de movimiento que les ayuden a restablecer la armonía en su cuerpo. Todos estos métodos se apoyan en la facultad de propiocepción. Esta es la habilidad de darse cuenta de que parte del cuerpo se mueve relativa a otra.
Como cualquier otra facultad humana, es posible mejorarla y optimizarla al grado de que nos ayude a mejorar y optimizar la postura tanto estática como dinámica. De esta manera cualquier individuo puede aprender a liberarse de dolores crónicos ocasionados por hábitos posturales no eficientes.
Si ha escogido Ud. la quinta posición contada desde la izquierda, ha acertado. Es la que menos estrés produce en el cuerpo. En mayor o menor grado, todos hemos aprendido a leer las sensaciones que nos informan sobre la postura y condición de una parte de nuestro cuerpo con relación a la otra. El asunto está en el grado de destreza con que lo hacemos.
Es de nuestros padres que generalmente aprendemos a como mover el cuerpo. Imitamos lo que vemos y de ellos heredamos mucho más que sólo los genes. Mucho influye el tiempo que nos dejaron en el suelo para descubrir como aprender a gatear y luego caminar. Cuando este proceso es interrumpido generalmente lleva a problemas posturales al crecer.
Si ya ha pasado Ud. por quiroprácticos, masaje shiatsu, rolfing, acupuntura y otras artes somáticas sin los resultado que esperaba, es un buen candidato para métodos que le faciliten mejorar su postura. Estos métodos enseñan el arte de desarrollar una imagen funcional del cuerpo libre (o al menos con menor grado) de dolor, estrés o incomodidad.
Entre los más conocidos de estos métodos somáticos están la Yoga, el Pilates y el Tai Chi. Los dos primeros están en boga actualmente y es relativamente fácil conseguir un instructor localmente en casi cualquier urbe moderna. Otros métodos somáticos menos conocidos son la Técnica Alexander (T.A.), el Método Feldenkrais (M.F.), Ideokinesis (I) y Kinesis.
Estos métodos (T.A., M.F., I.) arriba mencionados se especializan en resaltar las diferencias entre los dos lados del cuerpo y en desarrollar una imagen más precisa de el cuerpo. Ejercitar la facultad de diferenciar las sensaciones en el cuerpo es una habilidad que brinda múltiples beneficios al que la desarrolla. Entre estos beneficios está el poder dirigir la intención de relajar partes específicas del cuerpo con precisión. También mejora la capacidad de coordinar la relación de los distintos segmentos del cuerpo para hacer las posturas estática y dinámica más eficientes.
Uno de los aspectos más interesantes de la diferenciación somática, es que otorga al que la va desarrollando la habilidad de discernir cómo superar algunos predicamentos de creación propia. Esto es de utilidad cuando se cometen errores de coordinación muscular que generan molestias o dolor. El Método Feldenkrais, la Técnica Alexander y la Ideokinesis, brindan a sus estudiantes el potencial de poder aplicar principios de movimiento que les ayuden a restablecer la armonía en su cuerpo. Todos estos métodos se apoyan en la facultad de propiocepción. Esta es la habilidad de darse cuenta de que parte del cuerpo se mueve relativa a otra.
Como cualquier otra facultad humana, es posible mejorarla y optimizarla al grado de que nos ayude a mejorar y optimizar la postura tanto estática como dinámica. De esta manera cualquier individuo puede aprender a liberarse de dolores crónicos ocasionados por hábitos posturales no eficientes.