La meditación en movimiento es un término muchas veces usado para describir la práctica del Tai Chi o Yoga. Dejar a la mente seguir y observar el cuerpo en movimiento es una práctica sencilla que emerge cuando dirigimos la atención al movimiento. Como suele suceder en cualquier tipo de meditación, la mente tiende a divagar, saltar de una cosa a la otra. Al volver suavemente y continuamente la atención a el movimiento se logra un estado de trance que nos permite reconocér íntimamente los obstáculos al movimiento en músculos y articulaciones del cuerpo.
Un estado similar a la meditación en movimiento es lo que llamo meditación somática. Esta involucra enfocar la mente a la percepción de las sensaciones corporales. Esto se logra al realizar movimientos lentos y sutiles o simplemente seguir con atención desde un punto en el cuerpo (preferiblemente el corazón), las sensaciones corporales. Esta práctica es una forma sencilla de facilitar la sanación espontánea en el cuerpo.
Phap Lieu, quien ejerció anteriormente como cardiólogo y es ahora discípulo del monje budista Thich Nhat Hahn y que favorece prácticas contemplativas de respiración, ha dicho:
“Si Ud. esta completamente consciente y presente en su cuerpo es posible dirigir energía y ayudar áreas adoloridas o enfermas del cuerpo a que se relájen profundamente. La relajación se puede profundizar cada vez mas de las primeras capas de músculos a los diferentes órganos. De esta manera Ud. crea las condiciones para que la energía fluya sin obstáculos y desarrollar la capacidad para la auto-curación”.
Una de las beneficios de la práctica de la meditación somática, en posición decúbito dorsal (boca arriba) es que puede ayudar a mejorar el tono de los músculos encargados de la postura dinámica.
Un estado similar a la meditación en movimiento es lo que llamo meditación somática. Esta involucra enfocar la mente a la percepción de las sensaciones corporales. Esto se logra al realizar movimientos lentos y sutiles o simplemente seguir con atención desde un punto en el cuerpo (preferiblemente el corazón), las sensaciones corporales. Esta práctica es una forma sencilla de facilitar la sanación espontánea en el cuerpo.
Phap Lieu, quien ejerció anteriormente como cardiólogo y es ahora discípulo del monje budista Thich Nhat Hahn y que favorece prácticas contemplativas de respiración, ha dicho:
“Si Ud. esta completamente consciente y presente en su cuerpo es posible dirigir energía y ayudar áreas adoloridas o enfermas del cuerpo a que se relájen profundamente. La relajación se puede profundizar cada vez mas de las primeras capas de músculos a los diferentes órganos. De esta manera Ud. crea las condiciones para que la energía fluya sin obstáculos y desarrollar la capacidad para la auto-curación”.
Una de las beneficios de la práctica de la meditación somática, en posición decúbito dorsal (boca arriba) es que puede ayudar a mejorar el tono de los músculos encargados de la postura dinámica.
Estas meditaciones son particularmente útiles para personas que estén sufriendo de algún trauma que:
El beneficio de esta práctica contemplativa se puede sentir inmediatamente como una relajación profunda y estados de éxtasis placenteros. La relajación profunda experimentada durante esta meditación generalmente se inicia en la musculatura voluntaria. Pero es al realizarlos de manera periódica y preferiblemente sin expectativas lo que redundará en los beneficios más profundos y duraderos. Esto es cuando la relajación penetra hasta el sistema somático nervioso.
Para lograr estos estados profundos de relajación podemos recurrir a prácticas como la desarrollada por Isha Judd o alternativamente usando tonos binaurales integrados como he mencionado anteriormente mientras vinculamos el estado de relajación al corazón.
- Les sea difícil adoptar por mucho tiempo la tradicional postura de meditación en posición de loto o sentada.
- Les convenga adoptar la posición decúbito para trabajar en el desbalance en un área particular del cuerpo.
- Se vea obligada a permanecer en esta posición para la recuperación de algún trauma físico.
El beneficio de esta práctica contemplativa se puede sentir inmediatamente como una relajación profunda y estados de éxtasis placenteros. La relajación profunda experimentada durante esta meditación generalmente se inicia en la musculatura voluntaria. Pero es al realizarlos de manera periódica y preferiblemente sin expectativas lo que redundará en los beneficios más profundos y duraderos. Esto es cuando la relajación penetra hasta el sistema somático nervioso.
Para lograr estos estados profundos de relajación podemos recurrir a prácticas como la desarrollada por Isha Judd o alternativamente usando tonos binaurales integrados como he mencionado anteriormente mientras vinculamos el estado de relajación al corazón.